El cuerpo y sus energías son inteligentes. Puede involucrarlos en un diálogo inteligente que fomente su salud. Esto se vuelve bastante evidente cuando trabajas en un contexto de sanación y te conectas con las energías que fluyen a través del cuerpo humano. A menudo, cuando estoy con un cliente, me siento dirigido por las energías mismas, como si una inteligencia asombrosa se hubiera apoderado de la sesión. No puedo hacer nada mejor que prestar atención y seguir. El biólogo Lewis Thomas expresa maravillosamente su asombro por la capacidad de una sola célula para tomar decisiones inteligentes en su libro clásico The Lives of a Cell. Lo siento por la energía. Cuanto más de cerca miras el ballet de energía y protoplasma, más inteligente parece cada uno. De hecho, la idea de que un órgano complejo como el corazón lleve una especie de conciencia ha ido ganando adeptos. En un libro extraordinario, A Change of Heart, la receptora del corazón Claire Sylvia describe la forma en que muchas personas que han tenido un trasplante pueden de repente obsesionarse con los pensamientos, recuerdos, sueños, gustos y deseos del donante de órganos ‘. Cuanto más trabajas con las energías sutiles en el cuerpo de una persona, más claro se vuelve que estás encontrando y colaborando con una fuerza inteligente. Descubres que no solo somos cuerpo, sino que somos “emociones” y pensamientos. Eso prueba que cuando realizo una sesión de sanación necesito trabajar los 4 aspectos: el cuerpo físico, el emocional, el mental y la energía espiritual. No podemos cortar en 4 piezas lo que es nuestra esencia, por lo tanto, para tener una sesión de curación exitosa, debemos trabajar en estos aspectos.